Inmigrantes en Canadá
Canadá recibirá a 40,000 inmigrantes más en 2021 de lo que planea aceptar este año, dijo el miércoles el ministro de Inmigración, Ahmed Hussen.
El objetivo para los recién llegados a Canadá es llegar a los 350,000, que es casi el uno por ciento de la población del país.
Las cifras se anunciaron el miércoles como parte del plan de niveles de inmigración multianual actualizado del gobierno, que cubre los próximos tres años. El objetivo aumenta anualmente de 310,000 este año, contando todas las clases de recién llegados.
La necesidad de trabajadores es enorme
Modelo de Integracion de Inmigracion en Canada
Canadá desde los años setenta viene diseñando una clara política de inmigración y que dadas sus características históricas recoge el multiculturalismo en su constitución como seña de identidad del país. Por ello, me gustaría hacer un breve repaso a algunos de los puntos clave de su política de integración de la inmigración, con el fin de extraer algunas conclusiones aplicables al caso español.
En primer lugar, Canadá ha buscado atraer a un perfil de inmigrante con alta cualificación. Para ello, ha creado diversos programas por puntos que valoran el conocimiento de los idiomas oficiales, la cualificación profesional o los años de experiencia laboral.
De igual forma, se permite que las empresas nominen a posibles trabajadores para la obtención de un visado. Por otro lado, dependiendo de aquellos sectores de su economía donde se da una mayor necesidad de mano de obra, han creado programas para permitir la entrada legal de trabajadores. Esto ha facilitado una mejor integración, ya que sus inmigrantes tenían un alto perfil profesional y altas oportunidades de encontrar trabajo, si no tenían de antemano una oferta de trabajo, sabiendo que no tendrían problemas en integrarse económicamente, y consecuentemente tampoco sufrirían exclusión social. Sin embargo, esta política puede ser tachada de fuertemente discriminatoria y elitista, algo que Canadá no puede paliar con la aceptación de miles de refugiados al año (46.000), número comparativamente pequeño al total de inmigrantes que llegan al país (250.000).
En segundo lugar, dado al modelo federal existente en Canadá, las provincias tienen amplias competencias, aunque el pilar fundamental de su financiación es la transmisión de ingresos del gobierno federal a las provincias, y luego de estas a las localidades, que cuentan con muy poca competencia en materia financiera, legal y política.
Al contrario de lo que uno pudiese imaginar, esto ha llevado a que haya una fuerte colaboración entre los diferentes niveles territoriales e institucionales, como demuestra The Quebec Agreement o Canada-Ontario Immigration Agreement, lo cual dificulta que se den contradicciones entre los distintos gobiernos y promueve la existencia de programas conjuntos y coordinados. Sin embargo, mayores competencias en el nivel local, y por lo tanto descentralización, permitiría que se diese respuesta a problemas específicos, de una forma más rápida y efectiva.
En tercer lugar, otro de los aspectos que más dificultades presenta para la integración es la sobre cualificación de los inmigrantes. Canadá ha diseñado una política de inmigración por la cual han decidido atraer a capital humano altamente cualificado y han sabido integrarlo en su economía. Para ello, han buscado atraer también las inversiones que los inmigrantes pueden traer consigo a través de los vínculos con sus países de origen. Así, mediante un plan conocido como two-ways connection han diversificado y fortalecido su economía.
En un último lugar, hemos de prestar especial atención al colectivo musulmán. Canadá ha sido uno de los países occidentales que menos ha sufrido las consecuencias de la radicalización islámica. Antes de entrar a analizar cual ha sido la actuación de Canadá, hemos de analizar el porqué de este fenómeno. Lo primero es que los inmigrantes de primera generación, por lo general, no llegan nunca ha sentirse nacionales del país al que emigran, de forma que tampoco expresan su descontento, especialmente ante a la discriminación sufrida.
Sin embargo, los inmigrantes de segunda y tercera generación sí se sienten nacionales de los países donde residen y eso les lleva a una mayor participación en la vida social y política, pero cuando sus opiniones o necesidades no son escuchadas o respondidas se crea una "crisis de identidad" a la cual el Islam, dadas sus características, ha sabido responder y adaptarse en el contexto del mundo globalizado.