La temporada de lluvias puede traer desagradables sorpresas a los propietarios de viviendas o negocios que no poseen cobertura contra inundaciones o reflujo de aguas negras, que no se incluyen en los seguros de propiedad.
Durante el 2004, el monto promedio de los reclamos de consumidores a las aseguradoras en los estados unidos por concepto de inundación fue de 39,094 dólares, cifra que se duplicó en 2005 por el huracán “Katrina”, según el Instituto de Información de Seguro (III, en inglés).
Esto indica que los gastos que tendrá que desembolsar un propietario para cubrir desastres en la propiedad provocados por inundaciones ascienden usualmente a decenas de dólares.
Los seguros de propiedad cubren contra desastres naturales, pero las inundaciones, aunque sean provocadas por tales inclemencias, son cubiertas por pólizas que los consumidores deben comprar de forma independiente.
En ciertas áreas los compradores tienen que comprar la póliza de inundación obligatoriamente por tratarse de zonas de alto riesgo de estos desastres.
Sin embargo, la probabilidad de que cualquier casa o propiedad inmueble, sin importar la zona donde se encuentre, sufra daños por inundación durante el transcurso de una hipoteca de 30 años es de 26 por ciento, comparada con la probabilidad de fuego, que es de 9 por ciento.
Además, uno de cada cuatro reclamos de seguro por inundación proviene de propiedades ubicadas en zonas de bajo o moderado riesgo de sufrir este desastre, de modo que conviene a los propietarios considerar la compra de este tipo de pólizas si es posible.
Estas pólizas, proveídas por el Programa Nacional de Seguros de Inundación (NFIP, en inglés), se compran a través de los mismos agentes de seguros que venden pólizas de propietarios.
Los precios no suelen ser caros. Por ejemplo, una póliza de riesgo preferencial para zonas de bajo o moderado riesgo puede costar 112 dólares al año (algo más de nueve dólares por mes), de acuerdo con información del NFIP de la Agencia Federal de Administración de Emergencias (FEMA, en inglés).
Pólizas de cobertura más amplia para zonas de mayor riesgo pueden rondar costos de 500 dólares anuales o algo más de 30 por mes.
Por otro lado, las coberturas de propiedad de vivienda tampoco cubren automáticamente desastres provocados en la propiedad como consecuencia del desbordamiento de aguas negras o rotura de tuberías.
Las tuberías anexas a las de desagüe de las ciudades que conectan a las propiedades son responsabilidad de los propietarios, de modo que los gobiernos locales no cubren costos de roturas o daños ocurridos en las partes del sistema que pertenecen a la propiedad en cuestión.
Por ejemplo, si un tapón en una tubería de conexión con el sistema de desagüe de la ciudad -riesgo que puede aumentar con inundaciones- provoca entrada de aguas negras en la casa, los daños, la reparación y la limpieza corren a cuenta del propietario de la casa, algo que puede costar varios miles de dólares.
“Obtener una cláusula de cobertura contra desbordamiento de aguas negras adicional a un seguro de propietario de vivienda o de negocio cubriría estos daños si ocurrieran”, dijo Loretta Worters, vicepresidenta del III.
Agregó que esta cobertura se puede obtener a través de la mayoría de las aseguradoras a un precio nominal de, generalmente, entre 40 y 50 dólares anuales.