La Consejera de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Patricia Galeana Herrera, denunció que 47 de cada 100 mujeres mexicanas sufren algún tipo de violencia; dos de cada tres familias viven violencia intrafamiliar y de cada 100 personas a quienes les han violado sus derechos, 96 pertenecen al sector femenino.

“No puede haber democracia sin respeto a los derechos humanos de más de la mitad de la población”, declaró en su ponencia Mujeres, democracia y derechos humanos, un trinomio indivisible.

La Presidenta Fundadora de la Federación Mexicana de Universitarias (FEMU), aseguró que las mujeres son el sector más vulnerable y el género mayor discriminado en todos los sectores de la población.

“La violencia familiar es la patología causante de gran parte de los males que sufre la sociedad. Afecta a todos sus miembros; muchos niños prefieren vivir en la calle que sufrir malos tratos, caen en la farmacodependencia e inciden en actos delictivos. La violencia familiar es un factor criminógeno determinante”, sentenció.

Asimismo, la Catedrática de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recordó que el 14 de noviembre de 1996 se aprobó una adición a la fracción XXII transitoria del Artículo 1 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), que señala que “los partidos políticos nacionales considerarán en sus estatutos que las candidaturas a Diputados y Senadores no excedan del 70% para un mismo género”.

Sin embargo, dijo, los partidos postulan a las mujeres para suplencias o Distritos perdidos. “Se requiere paridad en los cargos de elección popular, no regatear cuotas de 30 y 70%, sino 50 y 50%, como acción afirmativa para superar prácticas discriminatorias ancestrales”, formuló.

Así también, la historiadora consideró preocupante que hoy en día las mujeres mexicanas perciban una remuneración económica menor que la de los hombres, a pesar de desempeñar la misma labor.

“Aunque las mujeres aportan con su trabajo 30% del Producto Interno Bruto (PIB), no se cumple con el precepto constitucional que dispone que a trabajo igual, salario igual. Tanto en los trabajos menos remunerados como en los niveles gerenciales, los salarios son inferiores para las mujeres en un promedio de 15.3%. De todos los pobres, la mujer es la más pobre; pero sin el ingreso generado por nosotras, la pobreza extrema se elevaría al doble”, denunció.

La integrante del Comité Ejecutivo de la Sociedad Europea de Cultura resaltó que el analfabetismo es mayor entre las mujeres, aunque cuando ejercen su derecho a la educación obtienen las mejores calificaciones.

“La mejor inversión que puede hacer un Estado es la educación de sus mujeres. Los países que invierten en ella tienen un desarrollo muy superior a los que no lo han hecho en la misma región. Un pueblo llega tan lejos como su educación se lo permite”, comentó.

Por ello, Galeana propuso generar una cultura de respeto a los derechos de las mujeres y realizar tres acciones indispensables: revisar el marco jurídico para tener congruencia con los tratados internacionales que nuestro país ha suscrito en la materia; establecer políticas públicas con enfoque de género y promover el respeto a los derechos de esta población a través de campañas masivas de difusión.

La Consejera de la CDHDF opinó que “la mejor forma de conocer el grado de civilización de un hombre es el trato que da a su pareja. De igual forma, el mejor termómetro para medir el grado de civilización de un pueblo es la situación de sus mujeres”.