Abogados en Ciudad Mexico D.F. Agosto 2008 -- El gobierno de México reconoció ayer el incremento en el número de personas que abandonan el país para buscar empleo y otras oportunidades de vida en Estados Unidos, a pesar de las diversas medidas de esta nación por retener el flujo de indocumentados.
Basado en cifras del Consejo Nacional de Población, la cifra actual de emigración anual es de 580 mil, lo que representa un repunte del 12%.
Hasta hace poco, la cifra reconocida por las autoridades mexicanas sobre el número de connacionales que cruzan la frontera cada año era de 500 mil personas.
En mayo de 2006, el Congreso estadounidense aprobó la ampliación de la construcción del muro fronterizo de alrededor de 1,123 kilómetros como parte de una serie de medidas del gobierno de ese país para frenar la inmigración sin documentos.
A finales del año pasado había 11.8 millones de mexicanos radicando en Estados Unidos, más sus descendientes; es decir, alrededor de 30.3 millones de personas en aquel país son de origen mexicano.
Los gobiernos debemos entender que en un mundo globalizado y de profundos contrastes en los niveles de desarrollo entre regiones y países los desplazamientos humanos internacionales habrán de profundizarse.
Por ello urgió al gobierno estadounidense a realizar una reforma migratoria en la que se reconozca el papel de los trabajadores mexicanos "en la construcción de la prosperidad de los Estados Unidos y la profunda interdependencia que existe entre ambas naciones".
La ausencia de una política integral en el tema, concluyó, margina económicamente a la población mexicana, toda vez que reciben anualmente 15 mil dólares menos que la población nativa, aun cuando representen el 4% del total de la población y 30% de los inmigrantes.
Esto sin tomar en cuenta que, debido a sus características legales, se ven obligados a permanecer durante muchos años en los puestos de trabajo de menor remuneración en la agricultura, la ganadería, la pesca, la construcción y los servicios.
Para documentar esta realidad, se aseguró que alrededor del 93% de los mexicanos en EEUU llegaron al país después de los años 70 y hasta la fecha sólo el 21.5% de estos tiene la ciudadanía.
Además de la disparidad en los salarios, los indocumentados tienen que sortear las leyes antiinmigrantes que han promovido los gobiernos locales y que repercuten en la estabilidad laboral y familiar de los mexicanos.
Según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, más de 1,100 medidas contra la inmigración fueron sometidas a debate en 44 estados a principios de 2008, algunas de las cuales han sido retrasadas, pero otras ya han sido implementadas.
De acuerdo con la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas, durante 2007 Estados Unidos rompió récord en el número de deportaciones con 276,912, producto de las redadas en todo el país.
Ingresaron diariamente a los 15 centros de detención alrededor de 30 mil inmigrantes, además de un número indeterminado en las siete cárceles subcontratadas por la dependencia con empresas particulares.
Esta situación es un reflejo de una política de arrogancia del gobierno estadounidense. Nadie en el mundo puede prosperar solo, ni rodeado de pobreza, hambruna, injusticia y opresión, pues quienes anhelan prosperidad se acercan irremediablemente a la bien provista mesa de los afortunados y los generosos.
Barack Obama, candidato demócrata, se comprometieron recientemente ante líderes hispanos a una reforma migratoria en caso de ganar la presidencia de Estados Unidos en enero.
El año pasado, el Senado estadounidense detuvo el proyecto de reforma sobre el tema impulsado por el presidente George W. Bush. Abogados en Ciudad Mexico D.F.