La votación en el Senado arrojó un resultado final de 62 votos a favor y 36 en contra, con lo cual el proyecto de ley pasa ahora a un proceso de armonización con la Cámara de Representantes, que iniciará el mes próximo. La aprobación reflejó la intensa labor de los principales líderes del Senado, el republicano Bill Frist y el demócrata Harry Reid, que lideraron una frágil coalición bipartidista a favor de la reforma migratoria.
La medida aprobada el pasado jueves es la más amplia desde 1986 y declara el inglés como "idioma oficial" de EEUU e incluye, entre sus principales elementos, una vía hacia la legalización de al menos ocho millones de inmigrantes indocumentados; un programa de trabajadores temporales, y el reforzamiento de la vigilancia fronteriza.
No obstante, para que esta propuesta se convierta en ley, tiene que ser armonizada con el proyecto HR4437 aprobado por la Cámara de Representantes, promovido por el republicano James Sensenbrenner y que convierte en criminales a los inmigrantes indocumentados y a quienes les ofrezcan servicios.