La Habana, Cuba - El grupo Damas de Blanco, que reúne a esposas y otros familiares de disidentes cubanos encarcelados, pidió ayer a Raúl Castro que dé muestras de cambio y libere a los presos políticos y anunció que continuará con sus marchas pacíficas dominicales.
Ocho integrantes del grupo, que surgió en 2003, tras el encarcelamiento de 75 disidentes, acudieron ayer, como cada domingo, a la iglesia de Santa Rita, en el barrio habanero de Miramar, para rezar por sus familiares presos, y marcharon después por la Quinta Avenida de la ciudad portando gladiolas y azucenas.
Cuba vive un "momento histórico" y las Damas de Blanco desde el "primer momento de cambio provisional de gobierno estamos pidiendo la libertad inmediata e incondicional de nuestros presos", dijo.
Según la esposa del disidente encarcelado Héctor Maseda, los presos políticos han pedido democracia y no sucesión para Cuba y su situación en las cárceles no ha variado en los últimos días, salvo en algunos casos en los que ha habido "provocaciones" de parte de presos comunes, pero "ellos van a mantener la calma", dijo.