Dra. Norma L. Seabiaga Buenos Aires - Si bien no ha existido una definición pública de la Iglesia Católica existe consenso entre sus integrantes para que la misma participe en la vida social y política Argentina.
La mayoría de los obispos están de acuerdo en cuanto a que no se deben repetir errores del pasado, por tal razón, en la actualidad, al no existir una oposición fuerte al partido gobernante la Iglesia no va a callar y esta dispuesta a intervenir cada vez que considere que las instituciones están en riesgo.
Varias comunidades eclesiásticas ya han participado en distintas controversias donde la dirigencia política no acertaba con la resolución de las mismas, pero el caso que ha tenido mayor resonancia ha sido el del obispo de Iguazú en la provincia de Misiones, quien, a efectos de evitar la perpetración en el poder del gobernador de esa provincia mediante la reelección indefinida; se presentará el mes próximo junto con diez miembros más del clero católico, encabezando la lista de candidatos opositores a la reforma de la Constitución de Misiones.
Si bien éste sería un caso excepcional, no estando la Iglesia interesada en participar en política, casi todos los obispos y arzobispos argentinos estarían de acuerdo en poner límites y combatir los excesos ante la tendencia reformista de las constituciones provinciales de un gran número de gobernadores que pretenden perpetuarse en el poder.
En el año 1996 la Iglesia Católica realizó una autocrítica por no haber reaccionado más enfáticamente en la década del 70. Por tal razón, según comentarios realizados por el Episcopado al diario La Nación, los líderes de la Iglesia coinciden en que no deben “cometer los errores de la década del 70 ni del 90. No somos amigos del poder y eso es lo que tiene claro este grupo de obispos, que es parte de una renovación en serio.No nos olvidemos de que uno de los pocos sectores que realmente tuvieron una renovación en los últimos tiempos fue la Iglesia”.
Dra. Norma Luján Seabiaga